Dylan León Masa dio el último recital de su gira en el Movistar Arena y demostró lo que se dice tener personalidad.

Demás está decir que Dillom es un artista multifacético, que pasea por el rap pasando a un pop sintetizado y sacándose un pasaje directo al rock. Todo esto quedó a la vista en Villa Crespo.

La noche del viernes 14 tuvo su inicio a las 21.10 cuando se escuchó la voz de Mario Pergolini interpretando Demian. El ingreso de seis personas llevando un ataúd, y presentándolo al pie del escenario en forma de cruz, dieron el ok para el comienzo del fin.

Con un Dillom levantándose en medio de un cementerio, Post Mortem, la canción que da nombre al álbum, daba el puntapié inicial para el armado de pogos y la ovación de un Movistar Arena colmado.

Podríamos hablar horas y horas del show en sí: su puesta lumínica, los arreglos en distintos temas, los puentes perfectos o del arte en la escenografía cómo así también en las pantallas que denotaban la calidad del trabajo que formó parte de esta gira producida por Bohemian Groove.

Pero vamos a detenernos en algo más: la versatilidad del artista porteño. Por empezar, el rap es algo que le queda bien y siempre tuvo su estilo bohemio muy marcado. Cuando escuchás un tema de Dillom es imposible que te lo confundas con otro cantante. Pero no le bastó con ser bueno en el rap o incursionar en el trap, sino que fue por más. Ese style propio lo fusionó con distintos géneros: el pop, el rock e incluso la cumbia; pudiendo generar alianzas más allá de sus colegas de la escena, por ejemplo con Miranda! en Dos o la interpretación de Output-Input junto a Andrés Calamaro en la noche de cierre de su gira.


El Movistar se venía abajo con los hits Dudade u OPA, también con los featurings junto a su rip gang y sobre todo en el momento en el que el cantante decide abrirse al público presente para agradecer y asegurar que “está llegando a su final esta época tan linda, igualmente eso no quiere decir que no vengan épocas mejores también”, dando lugar de esta forma a corear con todo el corazón 220, una de las canciones más sentidas del álbum.

La gente no quería que el recital tuviera un cierre, él, parecía que tampoco.
Post Mortem estuvo a la altura de un buen laburo, pensado y armado con la cabeza y el corazón. Se agradece el álbum y el show. Post Mortem es uno de esos cierres que no querés tener.

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