
Bizarrap era uno de esos chicos que iban a ver el Quinto Escalón, que hacía remixes de temas que sacaban otros artistas como “Wanda Nara” de Duki y Neo Pistea, pero lo más importante es que ya desde muy pibe vio algo más allá de lo que se estaba armando por esos años en la escena nacional.
En su habitación en zona oeste, el productor invitaba a distintos raperos a formar parte de las Bzrp Freestyle Sessions que consistían en que el artista invitado tire barras sobre un beat armado por Biza. Con el paso de las sessions, ya no era sólo free, era armar una canción con todo lo que eso conlleva. Ahí nacen las Bzrp Music Sessions, con otro color, con mucha más apertura a un juego que sólo Gonzalo estaba jugando.

Las Music Sessions cada vez tomaban más forma. Nicki Nicole, Frijo, LIT Killah, Ecko, Dani Ribba y Dillom fueron de los primeros que colaboraron en ellas. De esta forma ya todos querían tener su propia Music Sessions llegando a colaborar con artistas internacionales como Lalo Ebratt o Big Soto. Pero había algo que se venía gestando hace rato: ya no eran bases que giraban en torno al invitado, sino que tenían guiños muy Bizarrap.

Hay un momento en que las pistas tienen un cambio heavy shit, no sólo había guiños o estilo, estamos hablando de cambios musicales dentro del propio beat. Biza invita a Snow Tha Product a subirse a la Session #39 y acá hay un cambio inmenso porque pasamos de un beat mega urbano a un techno. Y sí, Gonzalo nos seguía sorprendiendo, acá empieza a aparecer el DJ más allá del productor.
Lo demás, es historia. El pibe de Ramos que grababa en la casa de sus papás de golpe estaba colaborando con Residente, Arcángel y la mismísima Shakira. Algo totalmente impensado cuando iba a ver competencias en plazas.

Como vemos, todo lo que sucedió la noche del jueves en el Hipódromo de Palermo no fue de la nada. Viene hace muchos años. Cada vez que desde la consola aparecían nuevas versiones de las Sessions mezclándolas con techno y tantos otros géneros aparecía Bizarrap, pero en cuanto agarraba el micrófono, aparecía Gonzalo, emocionado, sin poder creer lo que estaba pasando en esa pista de sonido envolvente, de luces incesantes, de miles de personas gritando su nombre.

Este primer show de Bzrp es realmente algo histórico. Los productores siempre tuvieron un reconocimiento menor al del cantante, al menos a nivel nacional. Hoy eso cambió gracias al pibe de Ramos que se animó a romper todos los esquemas que había y llevándolos a lo más alto.