Un niño, que llevaba puestos sus botines de fútbol, se topó nada menos que con Lionel Messi mientras esperaba en un semáforo. Sin dudarlo, el niño se acercó y el capitán de la Selección Argentina, fiel a su humildad, le firmó el calzado. El gesto, simple pero enorme, fue suficiente para que el chico se llevara no solo la firma, sino la emoción de haber conocido a su ídolo.
La escena, que rápidamente se volvió viral en redes, volvió a confirmar lo que todos saben: la humildad también es parte de la grandeza de Messi.
